Porque no usamos los mismos zapatos en verano y en invierno, el “cambio de temporada” del calzado es un buen momento para dedicarle unos cuidados básicos a nuestros zapatos. Ahí van algunos consejos:

Mi mueble de zapatos, una brillante adquisición gracias a Ikea

Lo ideal es que siempre los guardemos en sus propias cajas, (si se puede y   se tiene  espacio  para almacenarlas), porque es el lugar donde mejor se conservarán, salvo que dispongamos de un armario zapatero, donde directamente se guarda cada par de zapatos en sus estantes o en hormas.

 Si se conserva la caja, no se debe tirar nunca el papel de seda en el que suelen (o deberían) ir envueltos, los papeles que hacen la forma de la horma y van metidos en las punteras, y los palitos de plástico o madera que se colocan dentro de cada zapato. Todo ello está ahí por algo, y no sólo es para que se vean perfectos al comprarlos, sino para ayudarnos a que siempre se puedan conservar lo mejor posible y prolongar así su buen estado por más tiempo. Deberíamos utilizar todos estos utensilios protectores de la horma y de la piel cada vez que los usamos y guardamos…por mucha pereza que nos dé, y con mayor motivo cuando se trata de zapatos que ya no usaremos hasta la próxima temporada.

Zapatos de Sara Navarro, perfectamente preparados para su conservación.

Algunas firmas acostumbran a llevar  cada uno de los zapatos metidos en bolsitas de plástico individuales para evitar que se rocen uno con el otro, no los tiréis, hay que usarlas también.

Casi todas las mejores firmas proporcionan además una bolsa de tela para proteger los zapatos que adquirimos. Nos será muy útil, no sólo para conservarlos mejor al guardarlos, sino también para protegerlos cuando nos vayamos de viaje, o en el cambio de zapatos (del tacón a la bailarina) que algunas hacemos necesariamente al volver a casa….

Y si no se tiene nada de esto, hay que procurar guardarlos siempre contrapeados, de manera que la suela de uno nunca roce la piel del otro. Si en la caja original no venía papel de seda ni los plásticos protectores ni los palitos para conservar la horma, como mínimo hay que guardarlos con papeles (el de periódico es estupendo para ésto) dentro de las punteras haciendo la forma de la horma…tus zapatos lo agradecerán.

Sesión de limpieza: deja que la crema protectora y el betún actúe unos minutos en la piel.

En el interior de la caja, siempre contrapeados.

Aprovecha a limpiarlos a fondo y darles una capa generosa de crema protectora adecuada. También deben revisarse las tapas y cambiarlas si es necesario, cuando los quieras volver a poner en la próxima temporada,  agradecerás haberlo hecho!.

Y aunque todo esto debía realizarse casi después de cada uso, muchas veces las prisas del día a día no nos permiten dedicarles tanto cuidado. Aprovecha el cambio de temporada para dedicarles a tus zapatos los minutos de mimo que se merecen, prolongarás mucho la vida y aspecto de tu calzado!!

*Las fotos de esta entrada son de zapatos de mi colección.