Cuando el proceso de producción revela la calidad del resultado.- de la mano de Vicente Pagán.
En esta segunda parte del post dedicado a la calidad os quiero transmitir lo realmente complejo que es el proceso productivo de un buen zapato y su control de calidad. Ni qué decir si es artesanal…
Quizá al comprar un zapato que nos gusta sólo nos fijamos en el precio, en el diseño y que a priori no nos haga daño, pero quizá no nos hemos parado a valorar todo el proceso productivo que hay detrás.
El proceso productivo que hay tras la confección de un zapato es tan importante como la calidad de los materiales que se emplean: comienza con el diseño del zapato y el patronaje que consiste en plasmar ese diseño que se ha dibujado en papel directamente sobre la horma (tanto como decir que se saca un diseño en 2D a 3D),
para después copiarlo en un cartón más duro (ajuste de patrones) y sacar las piezas con las que trabajar sobre el material del zapato. Lógicamente hay métodos manuales y digitales.
Cada pieza de cartón es un pequeño patrón que hay que trabajar directamente sobre el material que vamos a emplear en la confección del zapato de modo que servirá de guía para el cortado de materiales. Este corte se puede hacer manualmente o con la ayuda de máquinas.
Los topes ( van en la punta) y los contrafuertes (usados para el talón) son los que dan la forma al zapato, si éstos son de mala calidad (como ocurre a veces con materiales procedentes de China), acabarán ayudando a deformar el zapato.
Además deben tener una longitud concreta según el tipo de zapato que se esté haciendo. No es lo mismo trabajar un zapato plano que unos de tacón. Las longitud perfecta es aquella que mantendrá equilibrio entre el confort y la capacidad de mantener la forma del zapato. Cuando esto no es así, tendremos o un zapato excesivamente rígido o al contrario, uno deformado. Algunos modelos deben llevar también refuerzos laterales.
El aparado es una de las piezas clave del resultado de un buen zapato: es el cosido (o pegado, según sea el tipo de zapato) de las piezas de corte (forro) y los refuerzos. Tiene una importancia fundamental. Un mal cosido arruinará un zapato y….lo que es peor….nuestros pies. El aparado puede hacerse también a mano o a máquina; la diferente tensión del cosido nos dará la pauta para saber si un zapato está hecho a mano o si fue cosido a máquina.
Aunque no nos hayamos parado a pensarlo nunca, existen muchos tipos de contrucciones de calzado: el montado convencional, el cosido blake, el san crispino, el guante/california, el strober, el goodyear, el kiowa, el vulcanizado y el de inyección directa al corte.
Os dejo este video de una confección goodyear de un zapato de caballero; merece la pena verlo:
http://www.youtube.com/watch?v=cXOBKMXm2wY
Un fallo en el proceso de producción afectará de manera irremediable a la calidad, pensemos en situaciones tales como:
-Pespuntes torcidos -Manchas -Un montado torcido
-Una mala calidad del pegado
-Tacón torcido -Moldeado de empeine incorrecto
-Un contrafuerte despegado
-Un tacón mal pegado –Una planta interior mal pegada
-Arrugas de montado -Daños en el forro
-Altura de tacón incorrecta -Calce incorrecto
Para evitar fallos como éstos existen los controles de calidad. Un adecuado control en la fase de desarrollo de la producción implica la comprobación de todos los elementos de la construcción de un zapato (desde el tacón hasta la planta), pruebas de calce, comprobación de la estética y definición del acabado. También implica control de todos los materiales que se emplean en la fabricación desde las pieles, los tacones hasta los hilos, adhesivos y productos de acabado y limpieza para lograr el efecto deseado. El control de calidad debe efectuarse en la fase de producción: en cada fase puede haber errores como por ejemplo manchas de cola en el proceso de pegado, hay que atender a algo tan obvio como la simetría de ambos pies, la correcta aplicación de los refuerzos, las cremalleras, las hebillas, o evitar las arrugas en forros….
El montado de puntas y de talón deben ceñir perfectamente el zapato a la horma. Todos los elementos deben formar una sola pieza, con las medidas correctas. Los tacones deben quedar perfectamente fijados. Se debe respetar el tiempo del pegado, los tacones tienen que estar milimétricamente clavados en su justa medida, la tapa debe quedar totalmente apoyada en la superficie….en fin un complejo y profundo proceso de comprobación del zapato que culminará en el verificado del etiquetaje correcto y su embalaje.
Seguramente nunca nos hemos parado a pensar en todo lo que conlleva el proceso de producción de un zapato. Pensemos que muchas de estas cosas que os he contado se hacen casi manualmente en zapatos muy artesanales, aunque en su mayoría ya se cuenta con la ayuda de maquinaria.
Aprender un poquito sobre el proceso de producción nos ayudará a valorar más aun un calzado cuando vayamos a adquirirlo y sobre todo a distinguir el resultado de lo que debe ser un buen zapato. ¿Los miraremos con otros ojos a partir de ahora?
Recuerda probarte siempre el calzado que te vayas a comprar, caminar un poco en la tienda con él. Y recuerda que un zapato de buena firma siempre intentará solucionarte problemas posteriores que puedan surgir en tu zapato!
Agradecimientos a WE ARE FASHION SCHOOL y a Vicente Pagán por hacer realidad este post.
- Fuentes obtenidas de mi aprendizaje en curso al que asistí de Calidad en el calzado y de Diseño del calzado de Aki Choklat.
One thought on “HABLANDO DE CALIDAD DEL CALZADO. Parte II”
Jorge H.R
el detalle de fabricar calzado de dama es la elegancia que desea reflejar en tu producto ya terminado..!! exitos